Encarnar tu personaje de manera literal, de otra manera no será creíble. Debes saborear el malestar de la mañana, el sueño aun latente, ese pequeño dolor en el cuello que no le abandona. Recordar sus miserias y sus culpas, descender hasta lo hondo de su ser. Ir contra el tiempo, contra el trafico, cumplir un horario. Eso que ha sido su vida la última semana antes de llegar al momento cumbre, cuando reverberó el sol sobre el arma en el pavimento.
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