Invocación

Imagen: Korbox

Al final de la calle, donde dos edificios forman un callejón. Se va de frente, se aguanta la respiración, se cierran los ojos y se avanza brincando en un píe. Sólo así se harán presentes los Nefastos. Son falsas las versiones que alientan llevar un pañuelo sangrado o la ofrenda fresca de un gato tuerto, es mentira también que el solo hecho de invocarlos te abrirá de inmediato la puerta a sus misterios. Solo después de duras pruebas te enseñarán el juego de verle el rostro a la casualidad.

Selenita.

Imagen: Google Earth

Fui a visitar a mi amigo el selenita. Se siente ligero el cuerpo aquí, le dije mientras me ponía cómodo. Al finalizar la cena fuimos a pasear por el Mar de la tranquilidad. Vimos el módulo lunar, vimos las huellas, la tierra al fondo en la negrura del cielo. ¿Y los monstruos?, le dije. Para eso hay que ir al "lado oscuro", me respondió señalando la región que se veía en el horizonte.

La torre

Imagen: duster132

La noche anterior soñó con la torre inalcanzable. Día tras día escalando sin lograr ver la cima. Primero la impaciencia, luego la edad, la barba crecida, el cuerpo maltrecho, y al fin, el tiempo le vence. Se detiene un momento a mirar su último atardecer; ve la luz roja del sol oscilar en el horizonte y piensa en los muchos hombres que murieron erigiéndola. Qué confuso es morir pensando en una lengua extraña, dijo y cerró los ojos.