14 octubre 2017

Gatos


Fue difícil al principio, pero hemos terminado por resignarnos. La casa ha sido invadida por una infinidad de gatos azules. No sabemos cómo, sólo aparecieron y ya. Se quedan en silencio mirándonos; puedo jurar que nunca los he oído maullar. Nos observan cuando nos levantamos, a la hora de la cena, por la noche, a cada instante. Lo confieso, no me gustan los gatos; empieza a asfixiarme. Celia a amenazado con abandonarme.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario